El desángel desolador
Si el otro día decía que El Pardo es un puñetazo punk en pleno rostro del stablishment, Medievo con su ‘Discurso de Investidura‘ es una bomba electrónica en el corazón de la mierda que nos rodea.
Sí, es desolador. ‘Vergüenza, vergüenza‘, que reiteran en Vergüenza, tercer corte.
Y no sólo por sus robustas melodías repetitivas que invitan a la decepción y la decadencia o por sus letras claras, sin metáfora aparente (sí con fábula, parábolas contemporáneas) donde enjugar la crueldad (‘acabas de rodillas arrastrándote‘ de Muerte Cortés; ‘dinero, dinero‘ Burbuja de hielo; ‘sirves de rodillas a tu clase social‘ en la genial Cloacas de Paz). Si no además por su propuesta, coherente. No es vacua su cita: ‘Las canciones de Medievo no reciben ningún tipo de retribución económica’.
¿Qué más se les puede pedir a este retrato?