Podrías escuchar Algo nos va a pasar de principio a fin y soñar que de nuevo tienes catorce palos y estás en los 90’. Escuchando cosas que los demás no escuchan. Imaginando que el mundo, dentro de veinte años, será maravilloso.
Pero el mundo no es maravilloso. Y Espíritusanto lo saben, y lo anticipan con ese Algo nos va a pasar. Porque detrás de ese dreampop blandito y melódicamente ensoñador esconden un colmillo retorcido y cruel. Con melodías bellas que se entrelazan con voces sensuales e hipnóticas que te elevan épicamente a una suerte de viaje astral. Y que luego te hunden en un regreso oscuro, trastornado, hasta que dejes de pasarlo bien.
Es feliz. Y es triste a la vez.
Discos De Kirlian aciertan de nuevo. Espíritusanto nos regalan en Algo nos va a pasar una delicia pop, elegante y evocadora.