Miedo comienza un poquito Girls And Boys para de pronto virar hacia un postpunk mecánico y muy loco que transmite una verdad sencilla, breve y alejada de pretensiones. Pero además ahonda en el pop de El Conserje (No te fíes) y nos regala un el Eje del mal.
Y es que Madrid se mueve. Se retuerce en lo más profundo del underground. Y en eso, Lo Negro nos relata tal y como somos. Excepto para los ensimismados en su cultura-para-las-máquinas.
Lo Negro son una muestra de ese lenguaje urbano y difícil que trata de aprender de la intensidad de los golpeados. Cuatro cortes, cada uno en sus matices, que crean el retrato posmoderno de una realidad que se evapora.